Cayó, por fin, una de las cadenas más pesadas de Microsoft. El estándar 26300 normaliza un formato de archivo ofimático abierto y libre, el OpenDocument.
"¿Qué tendrá que ver esto conmigo?"- te preguntarás. Pues bien, te dejo un extracto de la declaración de la delegación húngara:
Hasta la fecha, la industria no le ha prestado un buen servicio en lo referente al mercado de aplicaciones ofimáticas. Usted no tiene el control ni la propiedad actuales y futuros de sus propios documentos. El Formato Open Document (ODF) cubre este problema mediante la estandarización del formato de ficheros, con lo que cualquiera puede usarlos, cualquiera puede implementarlos en cualquier plataforma y en cualquier momento, y no se le exige licencia ni pago alguno. Esto le otorga el control y la propiedad total de sus documentos, para siempre.
Efectivamente. Tus documentos de Word (R) implican asumir una serie de licencias que, si alguien tiene la temeridad de leérselas es muy probable que no vuelva a escribir con el procesador de Billy. Así, contabilidades enteras con Excel (R), bases de clientes con Access (R) o estatutos institucionales con Word (R), en caso de que la empresa propietaria de los formatos lo desee o quiebre, permanecerían a cal y canto. Tus datos.
La ISO 26300 asegura un formato abierto en el que siempre pueden recuperarse, que no está ligado a los desmanes de ninguna empresa y que asegura que tus datos siguen siendo tuyos.
Ahora puede que algunos (sobre todo en la administración, donde estarán obligados a remodelarse) comiencen a ver extensiones tipo .odt en lugar del .doc u .ods y .odp cuando estaban acostumbrados a los .xls y .ppt.
Es un cambio necesario, como al que ya estamos acostumbrados con los .pdf, que siguen la ISO 19005. Cambios que evitan que Microsoft haga lo que le venga en gana (que, curiosamente, suele ser sinónimo de hacer el congrio).
Por cierto, en la votación del 1 de mayo no hubo ningún país en contra. A Microsoft le saltaron las ampoyas y amenazó con no adaptar MS Office al estándar internacional, a lo que desde la organización que promueve este estándar se respondió que ya habían desarrollado un plug-in ellos mismos.
Si os decidís, desde aquí podéis descargar OpenOffice, una de las plataformas que junto a KOffice, Sun StarOffice e IBM Workplace trabajan nativamente con odf y que os mostrará lo que Microsoft no es capaz.
Más info:
Seguimiento intensivo en estadaresabiertos.com
Tatxe.org
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