Economía de raíz

Nos invitaba Carolina a un par de blogueras que escribiésemos a cuenta de iniciativas sobre economía de verdad (real-real, que la llaman). Vamos, la única capaz de sacarnos de esta crisis sin abocarnos a caer cada vez con más fuerza. Ahí va mi aporte, espero que os guste y podáis sacar algo.

En Huesca no hay mercado de abastos (antiguamente fue la Plaza del Mercado -sigue llamándose así popularmente, la López Allué-, que yo no llegué a ver), que por ley es obligatorio por nuestra población. Hay además un anillo tradicional de huertas que, ahogado comercialmente por los grandes distribuidores agroalimentarios, se nos muere cada día. Las huertas que no toman los hijos se arriendan para extensivo (que tiene ayudas europeas), degradando la tierra de huerta mientras el crecimiento de la ciudad (gracias a la ley del suelo de los noventa) apunta la expansión hacia las afueras. Literalmente estamos asfaltando la tierra que siempre nos dio de comer.

Es un problema que no va de una legislatura a otra. Que se deja hacer pensando que siempre llegará la comida en camiones y que lo único necesario para asegurarla es mejorar las comunicaciones con las comarcas agrícolas, que de paso sirven para fomentar el turismo, la ¿inacabable? gallina de los huevos de oro en España. Se piensa así también ingenuamente que funcionalizando el territorio se crea solidaridad y se genera empleo. Se vitorea a la eficiencia, la especialización y la productividad; y se desconocen palabras como resiliencia, sostenibilidad y cooperación. La ecología no llega a nuestros políticos.

Por eso, este San Lorenzo en Equo hemos querido que la alcaldesa toque la huerta oscense con unas acelgas y tomates ecológicos, reivindicando el apoyo (por la fórmula técnica correspondiente) de ese sector productivo local, sostenible y que crea ciudad como es la huerta, mediante un mercado semanal*. Aunque muchos nos dedicamos a ello en autoconsumo, también hay iniciativas empresariales generadoras de empleo como A Chordiga (en la Huerta de Calasanz) o Arcadia, experimentos de recuperación como la huerta de los alumnos de la Universidad, Eléboro (junto la Ermita de Salas), o grupos de consumo como PACCAS que enlazan a productores particulares y asociados con sus consumidores, sin intermediarios capaces de especular con el precio a año vista. Entre los colectivos y particulares se crea una red donde no hay derroche, donde no hay especulación y en la que, además de poder participar en el proceso en todas sus fases, todas sabemos cuánto esfuerzo toma llevar una col al plato, emponderándonos como no-sólo-consumidores. Además, las huertas dan incontables beneficios intangibles como la protección de la biodiversidad, la contención urbanística (retomar el centro para vivir) o una educación ambiental impagable. Esto es economía real.

En DecrecimientoHuesca puedes encontrar "Iniciativas en Transición" como las que te comento, de más cosas que de agroecología, como el Banco del Tiempo o Cooperativas de Crédito. Si tienes alguna duda de dónde, pregunta.

El próximo mercado agroecológico (de los 6 anuales) será este miércoles 15 en la Plaza Concepción Arenal por la mañana (9 a 14h), que se celebrará tras haberse impedido el de antes de San Lorenzo.

* Actualmente se ha llegado en Huesca al acuerdo con UAGA-COAG de 6 mercados anuales, totalmente insuficiente para la programación de un productor y que no abarca la demanda. Se ha puesto este plazo también "en prueba", sin dar garantías de prórroga, por lo que no puede programarse la siembra. Las tiendas locales, salvo algunas excepciones, no suministran género ecológico; principalmente por falta de entendimiento con los productores ya que el género convencional se tira si no es vendido corriendo con los gastos los ditribuidores. Los hortelanos locales al no tener producciones enormes (que requieren una inversión en maquinaria y, siendo monocultivo intensivo en fitosanitarios, importante), no pueden hacerse cargo de este dispendio, así que sus productos no entran en los canales de comercialización convencionales.

P.D. Sé que me ha quedado más reivindicativo que de información al consumidor, pero es lo que me ha salido. Será la crisis :)